Pobreza y criminalidad femenina: condiciones materiales de vida presentes en un grupo de mujeres sentenciadas por delitos vinculados con el narcotráfico en la Zona Sur

El presente estudio analiza las condiciones materiales de vida de un grupo de mujeres habitantes de la zona rural y fronteriza sur que influyen en la comisión de delitos vinculados al narcotráfico. Esta investigación presenta un enfoque cualitativo y la corriente epistemológica del feminismo marxista, permitiendo analizar desde una perspectiva crítica la realidad social de empobrecimiento que atraviesan las mujeres que habitan en la zona rural y fronteriza sur, específicamente de los cantones de Osa, Corredores, Golfito y Coto Brus y que por tanto ha mantenido a muchas mujeres en una estrecha línea con el acto delictivo en contra de la Ley de Psicotrópicos N°8204 como una medida de subsistencia. Para la construcción de este objeto de estudio se aborda la categoría teórica de las condiciones materiales de vida, a partir de la comprensión del papel del trabajo y la vida cotidiana, la división socio sexual del trabajo y la desigualdad territorial, con la finalidad de analizar el acceso o el no acceso al trabajo remunerado como la principal condición material que determina la vida cotidiana de las mujeres. Por otra parte, se comprende la criminalidad femenina, a partir del contexto social y estructural en el que surge el delito, tomando en consideración la histórica subordinación femenina y a la desigualdad social como elementos de gran importancia para la vinculación de las mujeres con delitos ligados al narcotráfico. En consecuencia, a partir de la triangulación de la información por medio de las técnicas de la revisión documental, de las historias de vida y de la entrevista semiestructurada, los resultados obtenidos permiten analizar que las condiciones materiales de vida de las mujeres habitantes de esta sub región sur de Costa Rica, han estado limitadas por el no acceso al trabajo remunerado que deviene inicialmente de las pocas oportunidades laborales que presenta esta zona a raíz de las trasformaciones sociales, económicas y políticas que se han gestado desde el siglo XX con la lógica extractivista que la ha caracterizado históricamente. Así mismo, se reconoce que la limitación de las mujeres para acceder al mercado de trabajo tiene una base de desigualdad socio sexual, provocando su exclusión y sometiéndolas al trabajo más informal y precarizado, así también que esta deviene de las relaciones de violencia que ejercen sus parejas sobre ellas bajo la prohibición de trabajar. A partir de esta situación de empobrecimiento, las mujeres participantes se involucraron en el negocio de la venta de droga con el objetivo de solventar las necesidades básicas como la alimentación de su familia, desde su posición de madres jefas de hogar. En razón de lo anterior, se cuestiona que la criminalización de las mujeres parte de un sistema estructural que ha legitimado la desigualdad social y el empobrecimiento femenino y que a la vez desde el sistema de justicia se ha encargado de fomentar las leyes de cero tolerancia contra las drogas, provocando que muchas mujeres en condición de pobreza sean las que se encuentran llevando procesos judiciales por estos delitos vinculados al narcotráfico.