La investigación efectúa un recorrido por los aspectos socializadores que conforman la masculinidad, de un
grupo de hombres del cantón de San Ramón, teniendo como base el contexto patriarcal en el que se han
desenvuelto, para comprender la forma en que esa construcción ha intervenido en la forma de ejercer su
paternidad, lo cual logre aportar conocimiento que concientice a la sociedad sobre los procesos de
socialización llevados por los hombres al asumir roles asignados socialmente, determinando su papel en la
división socio sexual.
Como parte de los hallazgos más importantes se encuentra que los padres participantes mantienen su
masculinidad e identidad bajo los mandatos del sistema patriarcal, reproduciendo el mandato de proveeduría
y trabajo como la labor más importante para mantener a su familia, lo cual son rasgos pertenecientes al
patriarcado.
La perspectiva anterior se replica en el ejercicio de la paternidad, al mantener la idea de que al ser las mujeres
quienes están mayor tiempo en casa, deben ser las responsables de la crianza de los niños y las niñas. Por
consiguiente, es de suma importancia que desde los hogares se trabajen estos temas, pues es el primer
acercamiento que tienen los seres humanos a las normas sociales y familiares; lo cual permitiría
distribuciones del trabajo doméstico y del cuidado más equitativas
Sin embargo es importante mencionar que si bien todos los participantes fueron criados en dicho sistema, a
partir de los cambios culturales e históricos han cuestionados algunos de los mandatos; en donde el principal
es la demostración de afecto. Aunado a esto, se identificó diferencias entre las rupturas generadas por los
padres provenientes del campesinado y los dos informantes que se desenvuelven un ambiente más urbano,
quienes poseen mayor formación académica. En el caso de estos últimos expresaron, en mayor medida, sus
esfuerzos por reivindicar los aprendizajes aprendidos desde la infancia y así ejercer su paternidad cimentada
en relaciones desde la equidad, el respeto, con libre demostración de afecto y el involucramiento en todos
los aspectos de la vida de los hijos y las hijas.
Para finalizar es fundamental entender que para la carrera de Trabajo Social su intervención surge desde una
posición crítica, en donde cuestiona la naturalización de los fenómenos sociales mediante procesos
reflexivos, con una intencionalidad transformadora; en este caso, enfocada en la reconfiguración de
paternidades que interpelen los mandatos hegemónicos del patriarcado. Lo anterior, requiere el
involucramiento de los sectores populares en dichas transformaciones, proporcionando herramientas socioeducativas que conlleven a procesos de sensibilización, concientización y acción.