Análisis desde la perspectiva de Trabajo Social en las repercusiones familiares y sociales en mujeres sobrevivientes del abuso sexual, habitantes de la localidad de Aserrí, durante el período 2022
La investigación se originó a partir de la visualización de situaciones de abuso
sexual que se están presentando actualmente en Costa Rica con las personas menores de
edad, principalmente con la población femenina, misma que menoscaba y viola los
derechos humanos de quienes ejercen el rol de víctima; cabe destacar que estos eventos
generan condiciones atípicas en el comportamiento de las personas a lo largo del desarrollo
evolutivo de la vida, entre ellos se puede mencionar los traumas, conductas auto lesivas,
desapegos emocionales y sociales que afectan la calidad de vida, así como, la forma de
socializar de quienes han sido víctimas de agresiones sexuales durante la infancia y que
están repercutiendo en las mujeres aún en la etapa de la adultez.
Aunado a ello, el abuso sexual se caracteriza por ser una relación de poder desigual
donde la persona agresora somete a la víctima ejerciendo presión sobre ella para recibir
gratificaciones de carácter sexual sin consentimiento a través del uso de la fuerza,
intimidación, manipulación o amenazas ya sea hacia ella o hacia algún familiar o persona
que represente afecto, valor o importancia para la víctima.
No obstante, el abuso sexual no se puede generalizar como un fenómeno social
cuyos alcances afectan en proporciones iguales a las víctimas, esto se debe a que cuenta con
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particularidades que varían según los recursos sociales y emocionales, así como los factores
protectores y de riesgo presentes en quienes padecen estos actos violentos; además, existen
aspectos específicos como la etapa de desarrollo en la que se encuentra la víctima, sea esta
en la niñez temprana, niñez o adolescencia.
Otros factores que definen la intensidad de las secuelas a causa del abuso sexual son
la cronicidad de los hechos, ejemplo de ello es, si corresponde a hechos aislados o por el
contrario concierne un periodo de larga data; también, si la persona agresora mantiene un
vínculo sanguíneo o emocional con la víctima o por el contrario, si atañe a un evento
aislado donde no conoce a su agresor; otro aspecto es si la agresión se puede orientar a un
abuso sexual o una violación sexual. Lo cierto es que en todos los casos se presentan
variaciones que influyen en mayor o menor proporción al desarrollo de las secuelas que
deterioran la calidad de vida de las víctimas en la etapa de la adultez, siendo una forma de
violencia que transgrede los derechos humanos.