La presente investigación analiza las condiciones de trabajo de ocho mujeres que ocupan el puesto de personal auxiliar de servicios infantiles en el PANI, específicamente en los albergues de la Dirección Regional de Alajuela, siendo estos los de Barrio San José, Grecia y Naranjo. Estas mujeres son las cuidadoras directas de las personas menores de edad (PME) que habitan en los albergues institucionales de forma temporal debido a que por problemas estructurales han sido separados de sus familias como una forma de velar por su interés superior. Para esto se plantea la siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo se expresa la división sociosexual del trabajo en las condiciones de trabajo del personal auxiliar femenino de servicios infantiles en el Programa de Atención en Albergues del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) en la Dirección Regional de Alajuela durante los años 2020-2021? Para entender las condiciones de trabajo de estas mujeres es importante señalar que ellas conviven con las PME durante once días continuos, siendo quienes deben de realizar distintos procesos de atención y protección que establece el PANI como lo son el proceso de salud, el proceso de educación, el proceso recreativo, artístico, cultural y deportivo, y por último, el proceso de articulación con la comunidad. Cabe señalar que, estas mujeres cuentan con un equipo técnico de apoyo constituido por profesionales en Trabajo Social, Psicología, Administración y Derecho, no obstante, por la dinámica del trabajo son las cuidadoras directas las máximas responsables del bienestar de las PME, por lo que, deben estar pendientes de estos últimos las veinticuatro horas del día. Esto implica que, deban realizar jornadas ordinarias (seis de la mañana a seis de la tarde), jornadas extraordinarias (seis de la tarde a nueve de la noche) y disponibilidad (nueve de la noche a seis de la mañana del día siguiente). Esta situación ha traído consigo consecuencias para la salud tanto física como mental de estas mujeres, debido a que deben enfrentar diariamente con sobrecargas de trabajo producto de la multiplicidad de funciones y de la escasa contratación de personal, lo cual a su vez les ha impedido destinar tiempo para descansar y realizar actividades de ocio, ya que, durante once días continuos deben destinar su tiempo para realizar labores domésticas y de cuidados. Las jornadas y horarios de trabajo en conjunto con las sobrecargas de trabajo, permiten entender que estas mujeres ocupan un puesto de trabajo que además de ser altamente feminizado es producto de las medidas de flexibilización implementadas a fin de que los empleadores puedan minimizar gastos, incurriendo a una precariedad laboral que ha permitido explotar a los trabajadores y a las trabajadoras.